jueves, 9 de agosto de 2007

Detalles... Simples e Importantes.


Lo cierto, es que no soy de las que se pegan el día hablando por teléfono con las amigas, pero si que necesito de vez en cuando saber como van las cosas por Villa Pelirró o Mansión Pumuki.

Desde luego, hay otras brujas que acompañan mis pasos, desde Guatsyurneim, que es la persona que mas quiero del mundo, a primas, amigas, ex compañeras de trabajo y locas y locos que conservo dentro de mi corazón, de los que necesito compartir charlas junto a la marmita.

Por eso se, que los detalles son importantes.

Una simple llamada con un escueto: "Que tal estas?" ó un mensaje que invita a un café, retoman nuevas conversaciones que se habían aparcado hacía meses.

De ahí pasamos a otros detalles. Los mas importantes, los que esconden un "TU, me importas" "Significas mucho para mi" ó "Te necesito al lado"

Diariamente, nos cruzamos unos con otros y un "Buenos Días!" y un "Gracias!" parecen empezar a escasear. La gente camina cabizbaja, como si no llevaran bien esto de caminar por el mundo.

Creo que han vendido una serie de burbujas invisibles, donde la gente se ha ido metiendo y encerrando como si de una cápsula protectora se tratase.

Recuerdo, que hace años, cuando esperaba con mi abuela el autobús, la gente hablaba sin conocerse de nada y sabiendo con absoluta seguridad que lo mas probable era que no volvieran a verse mucho mas. Pero era impensable, estar al lado de alguien sin dedicarle un tiempo.

Ahora, si, también nos comunicamos. Una inmensa mayoría tiene abierta una cuenta de Messenger ( algunos varias, la "oficial" y la "clandestina" ), un Blog, acuden a foros como si de cafeterías virtuales se tratase... y esto esta muy bien. A mi me alegra que la gente se comunique. No importa el medio. Lo importante es comunicarse.

Pero me sigue pareciendo ridículo que seamos zombies por la calle, que no nos saludemos, que no cedamos el paso, que no digamos "Vaya que tiempo, eh? Que calor!!" al que tenemos sentado al lado. ( También es cierto, que podrían darse dos casos casi al 100%: que no nos escucharan porque vayan absortos en su MP3 ó que nos miren con ojos desorbitados mientras piensan: "Bueno, de todos los asientos del autobús, me he tenido que sentar al lado de la plasta..."

En fin. Mas comunicación señoricos y señoricas.... Un simple Buenos Días, puede ser el comienzo de una era mucho mas comunicativa... porque los sueños virtuales, estan bien, pero ya sabemos que mirándonos a los ojos, descubrimos cosas, que no se descubren tras el icono verde del Messenger...


Mai (Ups, hablando de detalles... Estos son los de mi frigorífico....!!! )

8 comentarios:

Miguel dijo...

El síndrome de la gran ciudad. La gente tiene miedo de que le hagan daño y se cierra en banda a los demás, y luego se pasan el día soñando con encontrar a alguien que les quite ese miedo, que les de alas y que se atreva a mirar en us interior, a saltar los muros que se impone.

Pensaba en esto hace un solo día. Cuando estás en medio del Camino, la mayoría de los peregrinos se saludan, conversan, se conocen con mucha libertad. En cuanto entras en Santiago, ya nadie se saluda, ni dicen buenos días a los no peregrinos que se cruzan contigo. A mí me la pela: voy cantando tanto por el campo como por la ciudad, y en ambos lados me miran igual de sorprendidos.

Ya lo decía la canción... no mires a los ojos de la gente.

Anónimo dijo...

Hola Miguel!!!

Pues oye, me parece fantástico que andes cantando por ahi.

Ya sabes, QUIEN CANTA SU MAL ESPANTA.

Asi que sigue canturreando, tal vez un día alguien menos sorprendido que el resto, se una a tu canción haciendote los coros.

1Abrazo Miguel!!! Ya era hora verte por aqui!!!!

Mai

Eingel dijo...

la ciudad es tan grande, nos abruma tanto...

cada vez es más difícil, y no sólo esperando el autobús, sino saliendo por ahi por la noche...

y por eso nos escondemos en nuestros blogs, en nuestro messenger, en nuestra vida virtual

triste? si, pero cada vez estamos más aislados en un mundo interconectado, la comunicación nos incomunica

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Pelirró dijo...

Ay plima qué razón tienes.

Hay días en los que me levanto por la mañana muy feliz, le pongo ojitos de enamorada a mi "santo" y salgo a la calle con una sonrisa enorme.
Ese día me apetece hablar con todo el mundo, juego a sonreir a personas que caminan hacia mí hasta que me devuelven la sonrisa, a no pisar las juntas de las baldosas de la calle o la zona blanca de los pasos de cebra...

Pero hay otros días en los que una pesadilla nocturna hace que me levante oscura. Me pongo las gafas de sol y enchufo mi mp3. No quiero que nadie me hable (algo complicado por mi trabajo) ni me mire. Quiero pasar desapercibida hasta que reuno piedras de colores suficientes para iluminarme por dentro y por fuera.

Gracias a Dios tengo más días de los primeros, y los que me levanto con el pie izquierdo sólo tengo que levantar el teléfono y buscar una voz amiga

SARAMAGO dijo una vez:
"Jamás una lágrima emborronará un correo electrónico"

Me gusta este medio, pero nunca superará el brillo de los ojos de la persona que tienes enfrente.

Vir dijo...

Es cierto...
Ayer mismo, fui de compras. Es un sitio al que suelo ir, pero en el que trabaja mucha gente. Por las escalera mecánicas me cruzé con una empleada que me saludó y mi acompañante se sorprendió. "Conoces a todo el mundo...". Le dije que no, pero que si alguien me miraba, yo le saludaba. Así se conoce a más gente no? :-)
Besitos!!!

Vir dijo...

Cuánta razón tienes!
A mi me gusta ir por la calle con la cabeza bien alta. Y hay poca gente como yo... La mayoría no miran a nadie o van con la cabeza agachada!
Hasta sorprende cuando alguien responde a tu sonrisa! :-)
Besitos!!!

Anónimo dijo...

PELIRRO: No superará la mirada del que tienes enfrente... ni las risas de compartir un Bocadillo en "La Salchicha", ni el descojone del "No hay te con menta"... (No me tires de la lengua, no me tires de la lenguaaaa... )

Mai

Anónimo dijo...

UNA NIÑA: Que alegría verte por aqui Niña. Tu post, me ha recordado algo que ví hace tiempo en la Tele. Creo que era una peli en la que un profesor llevaba a sus alumnos a la calle y les decía que en el cruce de un semáforo, sonrieran a la gente que pasaba de frente.

Todos flipaban porque en la inmensa mayoría les devolvían la sonrisa.

Creo que voy a poner en práctica mas a menudo tu intercambio de sonrisas.

Te iré contando como va el experimento.

Besitos.

Mai